El lavautos de los parceros de En La Planta es un rinconcito al lado de la carretera que va para Santa Elena. Apenas subís por la Estación de Policía de Buenos Aires, “ahí arribita” —como siempre decimos cuándo estamos en el sector— y antes de llegar a la Subestación Eléctrica Miraflores de EPM (antes conocida como La Planta), en esa curvita arbolada y sostenida a la tierra por un muro cargado de recuerdos está un parche de “pelaos” que dedican gran parte de su día al lavado de motos, taxis, automóviles, buses y volquetas. “¡Vamo’ a lavalo!, ¡Vamo’ a lavalo!”, vociferan los alistadores cada que un posible cliente baja la velocidad en la curvita de En La Planta.
Por esta zona de la comuna 9 transita una gran cantidad de personas y es el punto de referencia para los viajeros que suben hacia La Meseta de Santa Elena. Desde allí bajaba un nacimiento de agua del que los alistadores del lavautos tomaban el agua para realizar su oficio y que fue canalizado debido a las obras de infraestructura de la vía al Túnel de Oriente. Desde el lavautos se divisa toda la montaña que une el corregimiento de Santa Elena y a todo el frente se pude divisar el cerro Pan de Azúcar en la parte más alta de la Comuna 8. Es decir, es un lugar privilegiado por la vista que hay de las montañas y la cercanía que mantiene con la zona urbana.
Este lavadero cuenta con más de 40 años de historia en la parte alta de Buenos Aires, siendo un referente territorial para la comunidad. Personas de distintas generaciones han trabajado en este lavadero; de los que trabajan hoy, los más antiguos están hace alrededor de 15 años. Ante usaban las aguas de la quebrada que bajaba de las laderas de La Meseta, pero ahora lavan con agua comercial luego de la instalación de la infraestructura de lavado en la parte de abajo del muro.
Los muchachos de En La Planta tienen una gran solidez como equipo. Una de sus particularidades es que el lavautos no tienen un propietario o administrador como tal, sino que se asocian cooperativamente para responder por las obligaciones propias de su oficio. Sin embargo, Juan Manuel Doria destaca por su liderazgo, y es quien representa al lavadero frente a procesos sociales y comunitarios. “Ellos son pares míos, yo sólo soy un vocero. Ellos no son estudiados, les da pena expresarse”, dice Juan Ma en entrevista con la dupla de pedagogía social de Memorias del Agua.
Juan Manuel, más conocido como “El Coste”, es el líder natural del lavautos En la Planta. Se caracteriza por su buena onda y por siempre llevar una sonrisa a pesar de la complejidad que implica ser un líder horizontal frente a sus otros parceros. Según el mismo Juan Ma (como le decimos cariñosamente en Memorias del Agua), su ideología o “su postura frente a la vida” se define por el compañerismo y el respeto hacía todas las personas que le rodean. Él siempre está hablado de “igualdad, horizontalidad y parcería”.
Una de las particularidades de Juan Manuel es su perspicacia y la capacidad de asombrarse por nuevas formas del saber y el arte. Esto le ha llevado a cuestionar su papel en la sociedad y actualmente, en esa búsqueda por ser mejor cada día, está estudiando Salud Pública, siguiendo la senda de un sueño que ha tenido por estudiar asuntos relacionados con la biología y el ámbito de la salud.
La unión y la parcería son características centrales de este grupo de muchachos que se la lucha día a día en esta concurrida vía de la ciudad. Por esta razón, en compañía del colectivo creativo Deúniti realizamos una serie de actividades pedagógicas y creativas como talleres de caligrafía, esténcil y rodillos con la intención de generar insumos para la realización de un mural. Los alistadores del En La Planta se mostraron motivados y dinamizaron los encuentros con sus frases típicas del lenguaje urbano de los jóvenes de Medellín: “mera vuelta”, “qué parche”, “mera salchicha” fueron algunos de esas narrativas convertidas en imágenes.
El 24 de septiembre del presente año nos dimos a la tarea colectiva de realizar el mural “E N L A P L A N T A L A V A M O S C O M O L A V A M O S”. Un homenaje para cada uno de los alistadores quienes alistan y lavan los autos de la misma manera en que ellos se organizan y cooperan entre ellos. El mural está compuesto por una serie de imágenes narrativas construidas con sus referentes gráficos y con sus propias palabras. Los colores callejeros que emite esta curvita que lleva hacía las montañas de Santa Elena dieron una nueva forma a ese lugar que ya es conocido por toda la gente del barrio: La Planta, ahí arribita de los murales.