Está ubicado en los bajos del puente sobre la quebrada “La iguana” sobre la carrera 65 entrando al barrio La Iguana.
Este lavaautos surge de la iniciativa de lideres y habitantes del sector por recuperar un espacio que funcionaba como acopio indiscriminado de basura y escombros. De igual manera se construye un altar a la virgen Maria que se mantiene con las monedas que los transeúntes lanzan a su pequeña cascada de agua y un tortugario con la intensión de cuidar a las tortugas que dejaron de ser mascotas cuando ya son muy grandes y no se le pueden dar a los niños para que las lleven en los bolsillos a la escuela (actualmente hay 5 tortugas).
El espacio del lavadero es abierto e indefinido pues no tiene cerramientos de ningún tipo. Linda con la quebrada, el puente y la calle principal del barrio. El piso es en cemento con gravilla. Se conserva un árbol de mango que les sirve de escampadero del sol y la lluvia, sala de espera y descanso.
No hay infraestructura aún de epm. todos los residuos, basura y grasa son tirados directamente a la quebrada.
Es liderado actualmente por doña Aleida una pequeña confeccionista habitante del el barrio que toma este rol después de que su hija Daisy se lo delega por falta de tiempo para hacer presencia ante el proyecto de Memorias del agua y las dinámicas administrativas del lavaautos.
El equipo de alistadores esta conformado por 4 alistadores tres de ellos venezolanos indocumentados que viven con sus familias hace poco tiempo en el barrio. Y para atender a sus necesidades solo pueden acceder a trabajos informales.
Todos ellos al llegar a trabajar al lavaautos se forman como alistadores con el ejercicio de ayudar a un compañero, ninguno tiene experiencias previas con esta actividad laboral. El equipo de alistadores es fluctuante y la demanda del servicio a disminuido. Dos de ellos son muy jóvenes y con sólo los estudios básicos.