Como su nombre lo indica, el lavautos La Curva está localizado en una pronunciada curva del sector conocido popularmente como La Torre de Guaca, justo al lado del Sendero Las Cometas y unas cuadras más abajo del conocido Mirador El Jardín del barrio Doce de Octubre. Desde allí, pájaros y árboles se alzan al pie de los senderos que llevan hasta el cerro El Picacho y en el sitio donde está ubicado el lavautos hay una vista panorámica extendida del nororiente y el centro de la ciudad de Medellín.
Según nos contaron algunos habitantes, este sector es conocido como La Torre debido a su cercanía con las torres de energía que se alzan por encima de las casas y árboles de la Comuna 6. También se nos contó que antes de que se establecieran tantos pobladores en el lugar y que existieran las famosas torres de energía, en ese espacio al frente del lavautos La Curva existió un gran cultivo de tabaco. Prueba de ello es que en las esquinas y muros de contención de algunos lugares del sector aún se resisten algunas plantas que se van abriendo espacio entre las grietas que deja el concreto.
Clara Inés Aguirre es la líder de un pequeño lavautos y que está localizado en la parte alta del barrio Doce de Octubre. En algún momento de los encuentros desarrollados en el marco de Memorias del Agua, sus alistadores nos manifestaron tener algunas dificultades en la consecución de clientes pues el año pasado (2018) de realizaron intervenciones de mejoramiento en los andenes, situación que se tradujo en una reducción del espacio del lavautos y en consecuencia en la poca visibilidad con la que contaba anteriormente.
Las personas que laboran en el lavautos tienen una relación cercana con Clara pues son sus hijos o vecinos más cercanos quienes han laborado en su unidad de negocio. A pesar del carácter fuerte de Clara, las relaciones de convivencia en el lavautos se llevan de forma tranquila y su propietaria ha logrado, a través del proceso pedagógico, reconocer que la empatía es uno de los elementos centrales para establecer diálogos recíprocos con los otros. Esto se manifestó en la manera cómo las personas del sector y personas conocidas de Clara se empezaron a vincular con las actividades pedagógicas y artísticas propuestas desde Memorias del Agua.
Clara es una mujer guerrera, mira a Medellín y todo Doce de Octubre como águila en el nido. Vive en la Torre, la Torre de Guaca como se conoce en el sector. Clara tiene una tenacidad forjada a punta de resiliencia que se nota tanto en en su rostro como en sus gestos. Ha sacado una gran familia adelante y ahora quiere seguir construyendo su nido y su unidad de negocio. Clara dice que esa cañafístula (cassia fistula) sembrada al lado de su casa ha sido “su cuarta pata”: la que ha sostenido tantos avatares, tantos vientos huracanados y tormentas.
Clara siempre ha tenido una relación muy especial con los pájaros que visitan los dos árboles que cubren su casa: la cañafístula y el pisquín (albizia julibrissin). Su lavautos y el sector donde está ubicado es una “trampolín natural” para las aves que bajan de las laderas del Picacho y que van buscando comida y refugio en los tupidos árboles del sector de La Torre. Clarita, en su fortaleza de madre, ama la naturaleza y ha demostrado que la pequeña línea verde que hay al frente del lavautos es tierra fértil para sembrar lo que se desee: evidencia de ello son los arbustos de aguacate, tomate de árbol y lulo, y las plantas de tomate y ají que ella en compañía de sus hijos y vecinos ha sembrado desde la intervención en los andenes.
Debido a la pasión y cuidado que Clara tiene hacia los pájaros y la naturaleza que rodea su casa y su lavautos, en compañía de Fernando (conocido como Turbo en el mundo del arte callejero), decidimos realizar un mural relacionado con la diversidad ecológica del sector de la Torre. En este mural donde participaron tanto los alistadores de la unidad de negocio como familiares y amigos de Clara, se plasmaron no sólo el gusto de esta cuidadora de pájaros, sino que también expresa la capacidad de abrirse vuelo en medio de las dificultades y aprender a volar desde lugares seguros y tranquilos como pueden ser el hogar o los negocios familiares.
En varios talleres sobre ornitología y sobre el cuidado del medio ambiente, la dupla de pedagogía social, en articulación con la dupla de gestión social, logramos pintar bajo la dirección de Turbo tres pájaros identificados por Clara y que ella asegura se han posado en su cañafístula: el azulejo (thraupis episcopus), el pechirrojo (pyrocephalus rubinus) —también conocido como titiribí— y el canario criollo (sicalis flaveola). Además, en la construcción colectiva se desarrollaron convites como un sancocho comunitario para establecer diálogos recíprocos con la comunidad e invitarles a cuidar el medio ambiente.