Cuando existen liderazgos con amplia capacidad de impacto, generalmente detrás hay redes de apoyo y de confianza también fuertes. Doña Nora lleva acompañando durante años una corporación que ha abierto nuevos caminos para los jóvenes del barrio Buenos Aires; en un momento coyuntural de la comuna 9, Corsepaz buscó maneras para que los ellos pudiesen tener estabilidad económica, atendiendo a la necesidad social de comprender que en su ausencia, éste termina siendo uno de los varios factores determinantes para que los jóvenes se sumen a los grupos armados de la ciudad. Así, el lavautos reconocido como La Terminal es uno de los tres lavautos que pertenecen a la corporación, y una de sus características es que, a un costado del colegio La Pastora, trabajan en las noches lavando buses de la FlotaV, de donde viene su ingreso principal. La administración del lavautos ha buscado darles a los alistadores las garantías laborales pensando en el bien común y en la garantía de seguir generando un trabajo estable; esta es una de las razón por lo cual se están constituyendo como una empresa: ELA (Empresa de Lavado Automotriz).
En este lavautos trabajan personas del barrio que han tejido relaciones vecinales y amistosas, o que incluso tienen vínculos de parentesco. Observar las maneras en que se ha configurado el grupo permite ver que estos vínculos se sostienen desde el disfrute de la compañía entres sí, las conversaciones y los planes que organizan que no son necesariamente desde lo laboral, por ejemplo en ocasiones hacen asados antes de empezar la jornada de trabajo. También reconocen los gustos y las cosas que saben hacer sus compañeros desde los conocimientos íntimos a los que han llegado, reconocen los sueños que han tenido de pequeños, los deseos de unos de ser futbolistas, de otros por saber sobre el trabajo de la construcción, de otros sus habilidades de dibujo, cómo habitan unos sus afectos o incluso cuáles son los gustos principales para ocupar su tiempo libre (en los cuales también se acompañan en ocasiones). Entre todos se han soñado cómo mejorar las condiciones del espacio para que el trabajo nocturno sea más llevadero; si bien hay cosas que se dan desde la persona que administra, ellos quisieran tener un espacio con techo para lavar, mejor iluminación o disminuir de otras maneras los riesgos que tienen por lavar en la calle.
En los encuentros con los alistadores de La Terminal, uno en particular estaba acompañado siempre por su hijo. Hernán que tiene 34 años, o como lo llaman también, “Nacho”, recoge a su hijo de la guardería en las horas de la tarde y comparte este tiempo con él hasta antes de irse a trabajar. Alan, se ha convertido en uno de los grandes motivos para imaginar cada vez más, cosas para su vida; entre conversaciones, Hernán nos mencionó algo que es principal para él “quiero dejarle un buen legado a Alan, enseñarle muchas cosas buenas que yo sé que le servirán, que mi hijo más que verme como un papá, me vea como un amigo; por el momento yo le serviré de apoyo a él y espero él lo sea cuando esté viejo…esperemos a hacer bien la tarea”. Para él la compañía de su hijo y de su madre es importante, por esta razón espera también que los trabajos que vaya consiguiendo le den el sostenimiento suficiente para darle una casa a su madre que siempre ha pagado arriendo y que puedan compartir espacios en familia. Además de la motivación que esto le genera, tiene gustos personales que también lo mueven; aunque ya sabe tocar batería, le gustaría poder aprender a tocar la guitarra eléctrica e ir a un gran concierto de rock con los artistas que más le gustan.
Los alistadores de La Terminal, cada noche lavan buses al costado de una calle que es a la vez es el cruce de 3 vías, dos de ellas en pendiente y habilitadas para ser doble vía. Al otro lado de la calle donde lavan se encuentra un tanque con agua en donde cargan sus baldes para llevarlos luego al lado del bus que estén limpiando. En un ejercicio de revisión colectiva, los alistadores reconocieron varios de los riesgos que tienen al trabajar en estas condiciones; si bien el cuidado de todos es primordial, razón por la cual desde la administración del lavautos se ha puesto mejor iluminación, han conseguido ropa con elementos reflectivos y han ubicado conos viales, las formas para prevenir accidentes pueden ser aún mayores. Los alistadores saben del riesgo que trae para ellos y para los conductores, que los vehículos que transitan la zona pasen conduciendo en velocidades altas y no se percaten del agua que corre por el asfalto debido al lavado. De una manera divertida, con juegos visuales de adivinanza, los alistadores descubrieron una forma de generar acciones preventivas: construyeron siluetas parecidas a las señalizaciones de tránsito para comunicar mensajes entre ellos, derivando de allí otros mensajes para que los transeúntes tengan en cuenta al pasar por allí.