En una de las vías principales de Caunces- Buenos Aires, se encuentra ubicado el lavautos de Miguel, haciendo uso del andén y parte de la calle, que es la zona de lavado. Además de las casas del sector, cerca se encuentran parques, tiendas restaurantes, talleres de mecánica, otros lavautos y una de las terminales de buses de Flota La V. Las relaciones que se marcan con los clientes en el lavautos están dadas por ser conocidos o clientes que han encontrado en él disposición y rapidez en el lavado; Miguel, un joven de 24 años, extiende estas relaciones con las personas del barrio desde otras situaciones, también se integra a las dinámicas juveniles que se han configurado en Buenos Aires alrededor de una estética urbana que se mueve creativamente desde el Rap y los Graffitis. Junto a sus amigos reconoce que si bien participa de entornos donde la música es un elemento que los articula, se ha identificado más con el graffiti, lo que le ha permitido reconocer sus habilidades personales; constantemente junto a algunos amigos plasma en los muros de su barrio, temas que les interesa visibilizar; cada vez que hacen un mural, entre ellos eligen quién hará el fondo, el personaje o dibujo principal, y las letras o la firma de NN Crew, que es la forma que se nombran como grupo. Sus intereses no están enfocados en que haya un reconocimiento personal de la gente del barrio. Pretenden más bien que de la pasión por el graffiti, se desprenda un reconocimiento grupal por el trabajo artístico y la incidencia que tienen en su territorio.
Plantearse la adecuación del espacio de trabajo motiva a Miguel a pensar desde allí su proyecto personal no sólo para mejorar sus condiciones laborales, sino también porque considera que esta labor le es útil para sostenerse económicamente, aportar algo de dinero a su madre con quien vive y hacer una de las cosas que más disfruta: graffitis. Semanal o quincenalmente, parte de las ganancias del lavautos las destina siempre a los proyectos de murales que tiene con sus amigos los domingos que elige como días de descanso. Alrededor de lo que implica hacer murales ha adquirido cada vez más la práctica del uso del aerosol aplicándolo a uno de los elementos que componen sus murales y es el de diseñar las letras que éste llevará; subiendo del centro de Medellín a Caunces se pueden ver muchos de ellos. Sus habilidades lo han llevado también a querer aprender de otras herramientas como los son los programas para el diseño gráfico.
Miguel se propuso a darle su sello personal al espacio de trabajo. Para esto inició oficializando el nombre con el que generalmente se refieren al lavautos, correspondiente al reconocimiento que tienen de Miguel las personas que solicitan sus servicios o sus amigos: “Lavautos El Ñengo”. Asimismo, los colores y la técnica del uso del aerosol lo llevó a plantearse un diseño para potencializar el lugar además de darle el estilo propio que tanto ha ido trabajando. Con esto no busca necesariamente evidenciar que él es uno de los grafiteros del barrio; su intensión está en aplicar los conocimientos que tiene, para darle fuerza al lavautos, atraer a más clientes y formalizar cada vez más la labor. Desde allí sigue vinculándose con sus gustos personales, eligió uno carro “clásico” que le gusta, acompañado de luces y siluetas de la ciudad nocturna de la que también disfruta.