Los primeros asentamientos en la vereda Ajizal probablemente fueron en 1850. El nombre se debe a que, en la parte alta, había una finca en donde abundaba el ají pajarito. No obstante, el trabajo agrícola en la vereda no ha sido intensivo, ya que sus pobladores se desplazaban a otras partes a trabajar en diversos cultivos. En este momento, Ajizal es la vereda más urbana de Itagüí. Desde los años 1950 se comenzó a construir tejares y ladrilleras en la vereda. Aún hoy persiste esta actividad. En la entrada de la vereda se encuentra una ladrillera grande que funciona normalmente. La construcción de ladrilleras contribuyó, en gran medida, a la urbanización de la vereda, ya que los materiales eran de bajo precio, e incluso, en muchas ocasiones se regalaba.
Casa de la familia Torres en 1999, una de las fundadoras de la vereda. Fuente: Centro de investigaciones sociales y humanas CISH, Universidad de Antioquia.
Por la vereda pasa la quebrada “La Llorona”, esta se encuentra contaminada, pero aún puede ser considerado un referente de la comunidad.
Quebrada La Llorona en 1999, fuente: Centro de investigaciones sociales y humanas CISH, Universidad de Antioquia.
De otro lado, la vereda cuenta con diversos grupos organizados, los cuales propenden por el desarrollo comunitario. Estos grupos son: Junta de Acción Comunal, Corporación por una nueva vida, Iglesia, banda sonora, casa de la cultura. Estos grupos trabajan en el territorio desde diferentes enfoques.
Como puede observarse en la fotografía aérea, la vereda en su mayoría es urbana, en este momento son ausentes las fincas agrícolas, la mayoría de personas se desplazan a los centros urbanos a trabajar o estudiar.