El Lavautos CorSepaz está ubicado en la comuna 9, allí tiene tres sedes, todas ubicadas por el sector El vergel; en este caso el que acompañamos se encuentra en el parqueadero de Quinta linda, una unidad residencial aledaña al barrio conocido como “los ranchos” y a la calle principal por donde circulan los buses de Buenos aires Quinta linda. La zona de lavado es exactamente el mismo lugar de parqueo de los vehículos de la unidad, pero tienen distribuido el espacio de modo que lo uno no afecte lo otro. La mayoría de alistadores viven en el barrio aledaño, son familia o conocidos de toda la vida y tienen muy buena relación con las personas de la comunidad. Procuran cuidar las zonas verdes y promover la buena convivencia por medio del deporte y la cultura.
Es un territorio diverso en el que se puede encontrar desde un árbol nativo hasta un pequeño cerdo corriendo por la calle. La necesidad de los vecinos posibilitó que hoy en día se logre convivir entre un parqueadero y un lavautos.
El equipo de trabajo está conformado por siete hombres de diferentes edades entre jóvenes y adultos, unos más interesados que otros en el proceso con Memorias del agua, pero todos con el compromiso de cumplirle a la corporación de la que hacen parte, CorSePaz significa mucho para ellos, han forjado por ella respeto y aprecio, si algo tienen en común son los deseos de trabajar y por medio de ésta han logrado dignificar su labor. Cabe resaltar que fueron precisamente los integrantes de lo que es ahora la sede de Quinta linda -varios de ellos aún parte del proceso- quienes impulsaron la iniciativa de ser corporación, con el fin de organizar y a futuro legalizar su medio de trabajo.
En los encuentros se ha logrado afianzar una relación buena con el grupo de trabajo pero no ha sido un proceso continuo, lo que ha llevado a recrear las propuestas pedagógicas en múltiples ocasiones, buscando un camino colectivo encontramos que el pertenecer al mismo equipo de trabajo, encontrar juntos una identidad es lo que les une y les interesa compartir con la comunidad lo que pueda aportar a la buena convivencia y el cuidado de su territorio. Son un grupo comprometido con su labor, lavar carros les ha permitido salir adelante con sus familias y eso hace que entre todos busquen apoyarse para desarrollar bien sus funciones.
René Jesús Hernandez Ríos tiene 49 años y la alegría de un niño, es un hombre sincero, tranquilo y respetuoso, ha sido de los que más ha estado presente y constante en el proceso, por lo que lo elegimos para ser el personaje destacado de este grupo, él tiene capacidades cognitivas especiales y eso no le impide que se aventure a aprender cosas nuevas, que se atreva en cada encentro a participar, crear, colaborar, a ser él independiente de las críticas, aunque a veces con justa razón lo sacan de las casillas y aún así se hace respetar desde el diálogo.
Vive con su familia y cree que es muy importante cuidar el cuerpo para poder trabajar y llevar el alimento a casa; disfruta de trabajar y de estar en familia, quienes le recuerdan también lo importante que es para él orar e ir a misa para agradecer.
Es un hombre de pocas palabras pero de muchas emociones, se nota que le pone toda la buena intención a cada cosa que hace, se entrega y lo hace de la mejor manera posible, se preocupa también por reflejar lo mejor de sí y procura ser respetuoso y le gusta que las demás personas lo respeten.
A mediados del proceso vimos la necesidad de poner visibles los acuerdos de trabajo, algunos que están establecidos por el acuerdo 85 de 2013 y busca la organización de las unidades de negocio, y otros que crearon internamente para mantener una buena convivencia y buenas condiciones de trabajo. En este caso la pintura y el reciclaje se unieron para dar vida y color a los acuerdos que fueron expuestos en un lado del parqueadero, siendo visibles para ellos y para la comunidad. Decidimos resaltarlo porque fue una de las actividades que más creatividad despertó en los participantes, la propuesta era fondear la tabla de un color que se conectara con el mensaje y posteriormente escribir el acuerdo, pero espontáneamente ellos hicieron paisajes, dibujos, jugaron con los colores, con las combinaciones (por primera vez para muchos) y así le dieron vuelta a la propuesta, quedaron siendo más visibles los dibujos y colores que la letra, pero llevaron a más profundidad el mensaje. Después de tantos meses, las tablas permanecen intactas en el lugar que fueron ubicadas y aún se acercan las personas a leerlas y así se enteran de lo que están haciendo los muchachos para organizar la unidad de negocio que les recoge. La pintura, el color, las formas y la libre expresión posibilitaron trabajar un tema que podría ser rígido abordado de otras maneras.