El lavautos Sevilla se encuentra ubicado en la comuna 4 en el barrio que lleva su mismo nombre, a todo el lado de la avenida barranquilla frente a la policlínica, es una zona tranquila aunque con mucho tránsito de personas y vehículos, el barrio está rodeado de mucha naturaleza, árboles nativos que cubren de sombras las aceras y calles y a su vez llaman a las aves entre otros animales de la ciudad que necesitan de la naturaleza como refugio. Es vecino de varios espacios culturales como el Jardín botánico, el Museo cementerio San pedro, la universidad de Antioquia, además es una zona de varios hospitales, colegios y zonas recreativas, sumado a eso en el barrio Sevilla han existido los lavaderos de carros desde hace más de 30 años, hay muchas historias sobre las transformaciones en las técnicas de lavado, historias alrededor de esa labor que en un principio fue muy estigmatizada pero ahora se organiza cada vez más logrando mantener un reconocimiento por ser zona de lavado de vehículos, pero que ya no es lo mismo que antes, ahora más que ilegalidad hay organización y tecnificación de la labor.
Este grupo fue en un inicio conformado principalmente por una hermana y un hermano que compartían el trabajo en la unidad de negocio ubicada en frente de la casa de su madre, acompañados en algunas ocasiones por otro alistador que participaba en ocasiones de los encuentros; hace varios meses el grupo se redujo a una sola persona, pues Beatriz se fue de la unidad de negocio por diferencias con su hermano y con ella se fue el otro alistador, esporádicamente Wilson consigue quién lo apoye en su labor, pero no ha logrado tener otro equipo de trabajo estable, sin embargo eso lo ha llevado a organizarse más para no perder su clientela y mantener activa su unidad de negocio. Actualmente está trabajando con un venezolano que es muy atento, activo y participa cuando puede de los encuentros y aporta a las creaciones artísticas.
Sin importar lo complicado que es en ocasiones hacer un proceso con una sola persona, Wilson se ha dado la posibilidad de aprender y sorprenderse, el dibujo lo ha impactado positivamente de manera muy fuerte, tanto que quiere replicarlo.
Wilson Emilio Marín es un hombre de 48 años que ha pasado por tantas cosas en la vida que pocas líneas no alcanzan para narrar su historia, pero hay cosas que son importantes para él resaltar, para su vida es primero Dios quien le salvó de las garras de la muerte, la droga y la calle, fantasmas que persiguen aun sabiendo que ya no les quieres y que supieron amargar la vida de Wilson desde muy pequeño, casi un niño hasta ser casi un adulto, perdió los mejores años de su vida sumergido en las drogas, prestó servicio militar y luego siguió su camino a la perdición hasta que gracias al apoyo de su familia, de su unidad de negocio y de Alcohólicos anónimos pudo salir de ese círculo vicioso que lo tenía sumergido, el lavautos también jugó un papel fundamental en su rehabilitación ya que él no quería mal gastar más el dinero que con tanto esfuerzo se trabajaba, además el servicio comenzó a tener más demanda y su madre comenzó a exigirle más presencia y responsabilidad con lo que le había delegado. En el proceso con memorias del agua se ha dado cuenta como el arte puede aportar significativamente la vida, especialmente con el dibujo ha tenido una conexión muy fuerte, quiere aprender más y replicar con sus sobrinos.
En una especie de papel de colgadura en tela quedó plasmado el logo símbolo que Wilson realizó de principio a fin, fue un proceso muy potente porque quedó la capacidad instada en él para replicar la técnica y reproducir el conocimiento de este tipo de práctica artística. Los dibujos fueron realizados por él, lo que lo hizo sentir sumamente satisfecho y agradecido por que se le dio la oportunidad de ir más allá de sus pensamientos, crear con sus manos algo que sorprendería positivamente a muchos y a él también, el esténcil también fue hecho con sus manos, con algunas indicaciones se atrevió a hacerlo y apoyado en el compañero de trabajo que ahora trabaja con él crearon dos esténciles muy buenos para luego plasmar en varias superficies con el fin de comunicar el tipo de servicios que ofrece para el público y de visibilizar el lavautos como una labor que dignifica y fortalece muchas familias, con el proceso salió el nombre padre, hijo y espíritu santo como símbolo de la protección que él quiere para su unidad de negocio.