Las dinámicas de mercado sobre desechable han hecho que la sociedad actual no se percate de los largos ciclos que puede tener la producción humana, desde su creación hasta las condiciones posteriores del uso, como lo es el desechar o reutilizar para de nuevo crear. En el caso de Medellín son muchos quienes subsisten de recoger todo lo que la ciudad desecha, e incluso, muchos otros guardan no sólo lo que es considerado basura, sino también lo que para algunos es botado en un intento de renovar sus casas u los objetos que allí se encuentran, y así poder construir los espacios propios a menores costos. Es importante para la ciudad pensar la necesidad de reconocer el ciclo total de las producciones, los desperdicios, el consumo que a veces parece incontenible y que construye cerros de basura que ya no caben en la urbe, en el cuidado del medioambiente o los problemas de salubridad. Existen acciones macro desde las instituciones y otras que pueden ser consideradas como micro acciones políticas que activan las personas de a pie. Aquí la importancia radica en los cuidados mencionados, pero también en la amplitud de las posibilidades que permite ampliar el uso de estos objetos o basura, y que pueden beneficiar a las personas que las recogen.
Teniendo en cuenta esto y la acumulación de basura u objetos desechados que tienen en algunos espacios del lavautos, se realizó un ejercicio con ellos. Inicialmente hubo una provocación con imágenes de obras realizadas con basura, por ejemplo un retrato de Medusa, peces realizados con objetos que tenían similitud en la forma o sombras generadas en una superficie por la exacta ubicación de los desechos e iluminación respectiva; también se provocó con imágenes de objetos caseros realizados creativamente con otro objetos inservibles: marcos de espejos hechos con raquetas viejas o sillas tejidas empleando las llantas como base. A partir de allí, fueron invitados a crear objetos nuevos o conocidos con la “basura” que encontraran a su alrededor; cada uno realizaría uno contando con su creatividad, gustos y necesidades, sin contarle a sus compañeros; posteriormente sin saber de qué se trataba el objeto, sus compañeros rotaron hacia los de los demás para modificarlos o agregarle cosas realizando nuevos objetos ¿y por qué no? Ampliando la idea si de entrada la comprendían. Al final se dieron cosas interesantes, crearon un pequeño invernadero, un telescopio y un sistema de recolección de agua lluvia; en la intervención posterior, algunos de ellos comprendieron lo que había hecho su compañero así que agrandaron el objeto compartiendo la necesidad que allí se evidenciaba, mientras otros lo decoraron para no dañar la idea.
Al iniciar el ejercicio observamos en ellos cierto temor por soltarse creativamente “¿Qué objetos cojo?¿puede ser cualquiera?¿no sé qué hacer?”, así que haciendo uso de las imágenes y otros ejemplos, conversamos alrededor de las posibilidades y la exploración de ideas; acordamos que a veces observar, caminar nuestros espacios, identificar formas y relacionarlas, puede ser una manera efectiva de crear para y con lo que hay en el lugar. Tímidamente empezaron a coger objetos, soltarlos, revisar, buscar dónde ubicarlos, agregar otros; entre risas y comentarios, como jugando entre niños que no deben dejar descubrir a sus compañeros de qué se trata lo que hacen, también se recomendaban otras construcciones. Al final su iniciativa los llevó a crear un segundo objeto o conversar sobre qué cosas podrían utilizar realmente para la adecuación del espacio.
El ejercicio realizado aporta en varios sentidos a la relación que tienen con su entorno. Uno de ellos es precisamente el que permite la observación y el reconocimiento del espacio para comprender cómo se ha constituido, de allí que se invite a la reflexión sobre cómo se relacionan (positiva o negativamente) con estos y sobre el cuidado del espacio en clave del bienestar personal y colectivo. Otro de ellos es el reconocimiento de que ellos pueden transformar sus territorios con sus propias herramientas, potenciando la habitabilidad y pensando cómo resolver necesidades comunes para vecinos o para ellos mismos (como por ejemplo apropiándolo para su unidad de negocio en este caso). También aporta creativamente al uso adecuado de los residuos y/o su reutilización.
Con mayor especificidad, ejercicios como estos permitieron a los mismos alistadores identificar que sus conocimientos pueden ser aplicados creativamente de otras maneras, como por ejemplo lo es la construcción, la mecánica, la siembra de plantas. También posibilitó que se consolidara más la idea de la construcción de un sistema de recolección de agua lluvia considerando el uso de elementos que tienen a la mano (tanto objetos, como la misma lluvia) y su capacidad para transformar el lavautos, beneficiándose económicamente del uso del agua. En las reflexiones surgió la disposición de otras mejoras para el lavautos como emplear escombros para organizar un guaje o el uso de objetos que pueden mejorar la zona de descanso o de espera de los clientes. Si saben que tienen un gran afecto por el espacio en el que trabajan ¿qué les impide transformarlo? En esta ocasión se conversó que uno de los varios aspectos que requieren es disponerse y emplear las herramientas cognitivas y físicas que tienen.