Un proceso que se resalta desde el inicio de diseño, porque el logo es la síntesis de un ejercicio de memoria, comenzamos con la línea del tiempo, pero se sigue conversando alrededor del camino recorrido. En este lavautos en especial ha sido muy relevante la resistencia la lucha y la memoria estos han sido los ejercicios centrales para abordar la memoria.
Es importante nombrar que este lavautos es numeroso, lo que quiere decir que llegar a diseñar el logo que los represente a todos desde el diseño participativo, con personas que no se habían arrojado antes ejercicios estéticos fue un proceso de mucha paciencia y de generar confianza en cada uno de ellos, para que la visión de cada quien pudiera encontrar una vía de expresión, para hacer esto deben hacer un ejercicio de abstracción que implica reconocerse, arriesgarse, explorar, cometer errores y volverlo hacer nuevamente desde una certeza. Una vez que cada alistador hizo su propuesta para el logo se pasaba al ejercicio de socialización, nuevamente arriesgado y un reto para personas que han venido ejercitando la escucha respetuosa del otro, que han venido comprendiendo que se puede dar una opinión desde la dignidad propia y la del otro. El solo ejercicio democrático de escuchar y opinar desde el respeto, comienza a tejer otras formas de relaciones entre ellos, sobre todo porque el propósito de hacer ese ejercicio es representarse como equipo, y reconocer en el lavautos, más que un sustento de trabajo, el espacio en que también pueden aprender otras visiones de mundo. Poner ideas en común generar a partir de lo colectivo para representarse de esa forma sitúa la publicidad en otro significante desde lo simbólico, porque en este caso no solo busca vender el producto, además de ser un lavautos que hace muchos años está posicionado, también ha logrado dinámicas de organización internas como manejar tablas de precios y hábitos para saber mantener los clientes, en este caso la publicidad es una excusa para hablar de la identidad del negocio, sobre su historia, los logros que han tenido como equipo, y también las resistencias que los han configurado como una unidad de negocio estructurada de cara a los clientes y a la comunidad, ya que mantenerse en el tiempo en un proceso de formalización de tanta duración ha implicado negociaciones internas que exigen de ellos una ciudadanía activa y corresponsable. Este lavautos tiene una condición de contexto y es que muchas de las dinámicas de pobreza de la ciudad se condensan en este sector, que alberga habitantes de calle y dinámicas de tensión desde la ilegalidad, lo que ha condicionado que ellos sean señalados y estigmatizados por algunas personas incluso por algunas instituciones, pero la lucha de ellos es permanente.